Claro
que no sería igual que en la Tierra. Primero tenemos la diferente
velocidad del sonido que existe en cada planeta; una velocidad que
depende tanto de la composición de la atmósfera como de la
temperatura a la que se encuentra.
Todos
sabemos que en nuestro planeta, en condiciones normales, el sonido se
propaga a unos 340 metros por segundo. Esto quiere decir que un rayo
que golpea el suelo a 10 kilómetros de nosotros lo escuchamos 29
segundos después. En la superficie marciana tardaríamos 44 segundos
en oírlo, pues allí el sonido se propaga un 30% más despacio. En
Venus, cuya atmósfera es mucho más densa, el sonido del trueno lo
escucharíamos 24 segundos después de ver el rayo. Claro que
rapidez, lo que se dice rapidez, la tenemos en Júpiter y Saturno.
Allí el trueno lo escucharíamos 12 y 13 segundos después
respectivamente.
Si
quisiéramos hablar en Marte, siempre y cuando pudiésemos respirar
en su liviana y letal atmósfera compuesta esencialmente por dióxido
de carbono, lo tendríamos bastante complicado. Aun el grito más
potente que pudiera salir de nuestros pulmones quedaría reducido a
un susurro debido a la baja densidad de su atmósfera. De hecho,
nuestra voz sonaría como si sufriéramos de laringitis. Eso sí, los
sonidos no nos parecerían tan diferentes como en la Tierra y
podríamos reconocer un gran número de ellos. La situación en Venus
sería totalmente distinta. Con una presión atmosférica 90 veces
superior a la de la Tierra -similar a la que encontramos un kilómetro
por debajo de la superficie del mar-, el escaso sonido que hay en
nuestra biblioteca del barrio se escucharía como si dos personas
conversaran en la calle, lo cual a su vez sonaría como el ruido de
fondo que hay en una empresa normal.Los vendedores de tapones para
los oídos se forrarían en Venus.
Cordiales
saludos de los creadores de este blog:
- Samuel
Petrucci
- Raya
Koleva
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